Es bastante común que los perros tiren de la correa cuando se los saca a pasear. Ante este comportamiento algunos dueños no los sacan a caminar y esto es perjudicial para la salud física y mental del animal. Lo que se debe hacer es sacarlo a pasear y usar algunas técnicas para que se acostumbre a caminar tranquilamente. Hay varias razones por las que el perro puede tirar de la correa y por ende de su dueño como entusiasmo y ansiedad por salir, seguir el rastro de otro animal, inseguridad y miedo, porque no le gusta la correa. Estos son los principales motivos por lo que el perro se comporta de esta manera cuando sale a pasear.
Mas allá del motivo particular tenemos dos opciones contratar a un entrenador de perros para que nos enseñe como pasearlo y evitar este tipo de situaciones negativas o enseñarle nosotros a pasear. El perro debe salir a pasear de acuerdo a su tamaño, temperamento y características propias de 20 a 1 hora por día para que descargue energía, cambie de entorno y sociabilice con otros perros. Lo primero que debemos tener en cuenta es que el collar no debe estar ni demasiado ajustado ni tampoco demasiado suelto, término medio. Si el perro es de los que tiran hay usar una correa de metal y más bien corta no de las extensibles para poder guiarlo. Otro detalle cuando nos disponemos a pasearlo se le debe enseñar que sale primero el dueño por la puerta y luego este invita a salir al perro. Es común que cuando se abre la puerta el perro empiece a tirar y desesperarse por salir a la calle.
Por eso hay que marcarle que primero sale el dueño, en caso de que el tome la iniciativa se vuelve para atrás se cierra la puerta para que el vea como debe ser la forma de salir. Si es necesario se repite varias veces. Cuando el perro entendió de cómo se debe salir se lo saca a pasea con la correa corta pero sin tensión, el perro debe sentir que la correa esta relajada para trasmitir esta sensación al animal. Se lo lleva caminando a un paso intermedio y cuando el perro tira se lo corrige con un leve tirón de la correa hacia arriba para que entienda que lo que hizo no está bien. Este movimiento distrae al animal de tirar de la correa y con el tiempo entiende que debe caminar al lado del dueño o por detrás. Nunca el perro debe guiar al dueño ya que el líder de la manada es el que dirige y este debe ser el humano no el perro. Hay que ser constante en educar a nuestra mascota para que aprenda cómo debe pasear y de esta forma ambos puedan disfrutar de paseo diario.