La otitis canina es la inflamación del conducto auditivo que incluye a todos los niveles interno, medio y externo. Generalmente se manifiesta en alguna de estas partes, incluso puede afectar solo a una oreja o a las dos.
Las causas que pueden producir esta afección son varias pero se destacan como falta de limpieza en los oídos, golpes o traumatismos, por bacterias, hongos, ácaros, parásitos y alergia.
En general son más propensos los perros de entre 3 y 7 años con orejas largas, caídas o con bastante pelo en ellas. En primavera y verano es la época de mayor aparición de la otitis canina por cuestiones climáticas.
Los síntomas mas habituales de esta enfermedad en perros son movimiento de la cabeza en forma reiterada, secreciones del oído de color verde, marrón, blanca o amarilla con olor fuerte, se rascan en las zonas de las orejas por lo que puedan lastimarse estas áreas, demuestran dolor, perdida del equilibrio o falta de coordinación en sus movimientos, disminución de la audición.
Los indicios son bastante evidentes de que a un perro le duelen la zona de los oídos por lo que hay que averiguar la causa y tratarlo lo antes posible.
Las razas de perros con mayor predisposición son cocker, Basset Hound, pastor alemán, setters, dálmata entre otras con similares características físicas de las orejas.
Es importante tratar a los animales con otitis ya que es dolorosa y molesta esta afección. Los tratamientos para tratar la otitis son largos pero varían de acuerdo a la causa que diagnóstico el veterinario.
Se puede prevenir la otitis en los perros limpiando las orejas periódicamente y con mayor énfasis en perros con gran cantidad de pelo, recortando el pelo cuando es abundante en las orejas para que no se introduzca dentro del conducto. Para realizar correctamente esta tarea se debe consultar al veterinario.
Además hay que secar bien las orejas cuando se lo baña ya que la humedad también es un factor que puede colaborar con la aparición de esta enfermedad.
Si ya nuestra mascota padeció de otitis es importante un control veterinario cada 6 meses para evitar que reaparezca y no se vuelva crónica ya que se requiere cirugía en estos casos mas graves.