La epilepsia es una enfermedad neurológica que además de afectar a las personas puede padecerla los perros.
Esta patología puede entenderse como una descarga electromagnético del cerebro hacia a los músculos lo cual produce los movimientos involuntarios musculares como las convulsiones muy comunes en los ataques de epilepsia.
Los episodios epilépticos son un proceso ya que no son sorpresivos sino que hay ciertos indicios como inquietud, temblores, exceso de salivación, descoordinación estos síntomas pueden durar corto tiempo o varios días.
Luego se desencadena el ataque de epilepsia en el cual el perro cae al piso se mueve en forma involuntaria las patas, tiene convulsiones, perdida de conciencia, produce mucha saliva, puede perder el control de sus funciones por lo que puede defecar y orinar en este momento. Este evento puede durar segundos o minutos de acuerdo a la intensidad del ataque. Si es realmente fuerte puede durar hasta 30 minutos. Es importante que en esta etapa no se golpee con los objetos a su alrededor. Luego del ataque el perro que cansado, desorientado, no reacciona a los estímulos y hasta ceguera momentánea. Después de algún tiempo va volviendo a la normalidad. Los episodios de epilepsia no son todos iguales dependiendo de que parte del cerebro del animal sea afectado serán las reacciones físicas. Es común que se den de noche los ataques en los perros. Esta enfermedad se manifiesta en los perros entre el primer año de vida y el 7 año. Puede afectar a hembras como machos pero se ha comprobado que los perros castrados tienen menos episodios por razones hormonales por lo que es conveniente realizar esta simple intervención.
Las razas de perros mas propensas a padecer epilepsia son San Bernardo, Beagle, Caniche, Akai, Setter Irlandés, Pastor Alemán. Esta enfermedad no pone en riesgo la vida de animal y con tratamiento con medicación puede reducirse notablemente la frecuencia de los episodios de epilepsia. La tensión es un factor que puede provocar los ataques por lo que es conveniente que el perro no tenga momentos ni condiciones ambientales estresantes. La visita al veterinario debe ser periódica para poder desarrollar el tratamiento. Un perro con epilepsia puede tener una buena calidad de vida, digna y feliz si se le brindan los cuidados adecuados.